martes, 30 de noviembre de 2010

Problemas del (BTP)

En tres sitios de nuestro país se han calculado tasas de deforestación anuales de BTP que van de 1.6% cerca de Bonampak en el estado de Chiapas , a 4.2% en la región de Los Tuxtlas en el estado de Veracruz . En la Huasteca Potosina se presenta el tercer y más dramático ejemplo de deforestación con un 9.5% anual .

Además de la deforestación y la fragmentación, hay otra alteración llamada efecto de borde, que se establece a partir del perímetro del fragmento considerado hacia el interior del mismo, delimitando así el núcleo no alterado de la parte que ha sufrido modificaciones en su hábitat. En otras palabras, la parte exterior del fragmento de BTP, queda sujeta a la influencia de los potreros, acahuales y terrenos de cultivo circundantes dando lugar a diversas modificaciones en variables distintas, por ejemplo en la temperatura y la humedad. En un estudio realizado por Ruiz (2003) se vio que cuando hay efecto de borde, estas variables se estabilizan a partir de los 30 m yendo del exterior al interior del fragmento. El efecto de borde también hace que varíe el establecimiento y la estructura de las especies de plantas más representativas del BTP y sus poblaciones de insectos, anfibios, reptiles, aves y mamíferos. Numerosos estudios reportan casos en que el efecto de borde puede llegar a afectar varios cientos de metros del fragmento de BTP

Existen dos estudios en la región de Los Tuxtlas Veracruz, que calculan la fragmentación y muestran la distribución del número de fragmentos, su forma y las distancias entre ellos y con respecto a los fragmentos de mayor tamaño.


En el análisis de la fragmentación en la región de San Martín Tuxtla, realizado por Mendoza y colaboradores en el 2005, se encontró que quedan 1,005 fragmentos de todos los tipos de comunidades vegetales entre 0.5 y 9,356 ha. De acuerdo con su análisis, el efecto de borde se prolonga en algunos fragmentos por 30 m de ancho, y el 40% de ellos, o sea 597 del total de 1,005, están libres de este efecto. Estos investigadores encontraron también que el 84% de los fragmentos se encuentran aislados y situados a más de 500 m de distancia del fragmento más grande; y conforme los fragmentos se alejan de él, su tamaño disminuye. Esto implica que ya no existe conectividad entre los fragmentos, es decir que ya no hay posibilidad de que se establezcan corredores entre ellos.

En el estudio que desarrollé en Santa Marta y San Martín Pajapan (Martínez 2008), en la porción sureste de la reserva de la biosfera de Los Tuxtlas, se vio que quedan solamente 434 fragmentos de BTP, de 0.5 a 509 ha. Si se considera además el efecto de borde de 30 m de ancho, sólo hay 216 fragmentos libres de este efecto. El 90% de los fragmentos están aislados y ubicados a más de 500 m de distancia del fragmento de mayor tamaño, y conforme se alejan de éste disminuye el tamaño, lo cual dificulta, igual que en el caso anterior, el restablecimiento y la regeneración de la flora de BTP de la región, presente en los pocos fragmentos de mayor tamaño.



Ante la evidente crisis ambiental de la región y el cambio climático global, es necesario detener la deforestación del BTP remanente aplicando y desarrollando programas de restauración, que permitan rehabilitar este hábitat mediante la propagación de especies endémicas de la región y aplicando el conocimiento desarrollado en los estudios de regeneración natural. De no hacerlo presenciaremos la pérdida de la riqueza biológica de esta región producto de millones de años de evolución; su servicio ambiental, la posibilidad que da de descubrir y aplicar nuevos fármacos para el tratamiento de enfermedades humanas, la ecología del paisaje, y la enorme importancia de sus escenarios ecológicos en donde se establecen ejemplos de competencia, depredación, polinización, dispersión, herbivoría (consumo de tejidos vegetales por herbívoros), etc.

Cabe resaltar que en esta región existen, además del bosque tropical perennifolio, otros tipos de comunidades vegetales como bosques de pino y de encino, bosque mesófilo de montaña, bosque tropical subcaducifolio, bosque tropical subperennifolio, manglares, pastizales y vegetación halófila.




 En muchas partes del mundo se acostumbra talar y quemar parte de estas selvas (roza y quema), creyendo que el suelo será muy fértil y se podrá aprovechar para la agricultura. Los campesinos logran unas cuantas cosechas y más tarde avanzan sobre la selva, quemando nuevas áreas para volver a sembrar.
Cada año se pierden importantes áreas mediante esta improductiva práctica. La devastación y el abandono hacen que pronto las zonas alteradas sufran el efecto del viento y el agua y los suelos se erosionen irremediablemente


 La pérdida del bosque reduce el nicho de muchos animales. Muchos primates se encuentran en peligro de extinción por la desaparición de su hábitat. El mono aullador o saraguato (Allouata sp), el mono araña (Ateles sp) en nuestro país, y muchos otros en el resto del mundo, están en serio peligro de extinción.
    A la deforestación se añade el efecto de la caza furtiva de todo tipo de organismos que viven en este tipo de ecosistemas. La construcción de grandes sistemas de caminos y carreteras acelera la destrucción de los bosques. Cada día se introducen nuevos caminos que alteran el bosque, incitan los asentamientos humanos, promueven la tala y la sobreexplotación, modifican el microclima, aíslan las comunidades naturales y destruyen el hábitat de un número incalculable de especies de plantas y animales
    Se puede considerar que el bosque tropical es el ecosistema que se encuentra en mayor riesgo en todo el mundo y, especialmente en nuestro país.
Para que conozcas algunos de los organismos que se encuentran amenazados o en serio riesgo de extinción, consulta la sección de Organismos en peligro.
    El bosque tropical presta importantes servicios a la biosfera. Gran parte del CO2 es almacenado en su biomasa. La temperatura encuentra en los bosques un ‘colchón amortiguador’, muchas de los principios activos de muchos medicamentos son obtenidos de las especies que habitan en estos ecosistemas, la conservación del suelo es un efecto importante de este tipo de bosques. El ciclo hidrológico no encontraría equilibrio sin su presencia.


Fuentes
http://es.wikipedia.org/wiki/Bosque_tropical
http://www.jmarcano.com/nociones/bioma/tropical.html
http://www.jmarcano.com/nociones/bosque/tropicales.html
http://www.ucm.es/info/ecologia/Descriptiva/BosqueTro2/RESUMEN2/RESUMEN2.htm

Caracteristicas del (BTP)

  • Es el más exuberante gracias a su clima de tipo cálido húmedo. Su temporada sin lluvias es muy corta o casi inexistente.
  • Su temperatura varía entre 20° C a 26°C.
  • En nuestro país su distribución comprendía desde la región de la Huasteca, en el sureste de San Luis Potosí, norte de Hidalgo y de Veracruz, hasta Campeche y Quintana Roo, abarcando porciones de Oaxaca, de Chiapas y de Tabasco.
  • En la actualidad gran parte de su distribución original se ha perdido por actividades agrícolas y ganaderas.
  • Su composición florística es muy variada y rica en especies. Predominan árboles de más de 25 m de altura como el "chicle", "platanillo", así como numerosas especies de orquídeas y helechos de diferentes formas y tamaños. También se pueden encontrar una buena representación de epífitas y lianas.  






La mayor biodiversidad de los bosques se encuentra en este tipo de selva. Algunos investigadores afirman que un área de 10 km2 puede contener más de 1500 especies de plantas con flores y alrededor de 750 especies diferentes de árboles. Contienen además, varios millones de especies de flora y fauna, tal vez el 50% de todas las especies conocidas. Tan sólo de artrópodos, pueden alojar entre un 20 a 25 % de las especies conocidas.
    Importantes extensiones del sur sureste de nuestro país estaban cubiertas de selva o bosque tropical lluvioso. Hoy el deterioro ha reducido este tipo de bosque a pequeñas áreas.
    La estratificación vertical en este tipo de ecosistema está definida principalmente por la altura de los árboles. Los árboles emergentes pueden alcanzar entre 50 y 80 m de altura, y sus amplias copas forman una capa discontinua que sombrea


Una capa más baja está formada por árboles generalmente de forma cónica que constituye un estrato continuo de mayor espesor. Esta capa cubre a otra que permanece en penumbra, formada por arbustos, hierbas altas y helechos. Bajo esta capa se encuentra un sustrato rico en humus pero muy delgado ya que la temperatura y la humedad facilitan la labor de descomposición rápida de la materia orgánica, llevada a cabo por los desintegradotes (bacterias, hongos y otro tipo de microorganismos). La circulación geológica de nutrientes es muy acelerada
Las raíces de los árboles son poco profundas y más bien crecen horizontalmente sobre el suelo. Muchos árboles forman verdaderas redes de raíces sobre el suelo, que pueden alcanzar los 5 m de altura.



La estratificación de la vegetación influye en el microclima del bosque. La concentración de CO2 y la humedad relativa del ambiente aumentan conforme descendemos hacia el suelo, y la temperatura y la evaporación disminuyen. La temperatura en las partes bajas suele ser alrededor de 6ºC menor que la que se encuentra en las capas altas.
    La luz que penetra hasta el suelo pude ser de 2 a 4 % de la que irradia las capas superiores.
    Muchas de las plantas que habitan en este tipo de selva se desarrollan trepando sobre los árboles (plantas epífitas) de esta manera obtienen alimento, humedad y alcanzan la luminosidad necesaria. Sus raíces nunca tocan el suelo y obtienen sus nutrientes de los detritus de muchos organismos, y la humedad de los reservorios que se forman en las hojas y los huecos de los árboles sobre los que crecen. Musgos, helechos, líquenes, orquídeas y bromeliáceas son buenos ejemplos de este tipo de organismos.
    Algunas plantas trepadoras estrangulan a su hospedero (lianas y matapalo, por ejemplo), otras viven con ellos de manera simbiótica. 




    Los insectívoros, aves y murciélagos se encuentran generalmente en el dosel o capa superior.



 



    En la bóveda intermedia se localizan los mamíferos rastreadores como las ardillas y todos aquellos mamíferos pequeños que bajan al suelo a buscar insectos, reptiles, o semillas, y una gran variedad de insectos.
    En el suelo se encuentran mamíferos de talla considerable como el tigrillo, el ocelote, el tapir y el leopardo.
    Entre la hojarasca hay una enorme cantidad de insectos, aves insectívoras y pequeños roedores que hacen sus madrigueras bajo el suelo.
    La gran diversidad encontrada en este tipo de ecosistemas se debe principalmente a la presencia de una enorme variedad de microhábitats o micronichos, que albergan a una inmensa gama de organismos.
    Alrededor del 90% de los primates no humanos viven en los bosques tropicales húmedos.
    Este tipo de bosque constituye el ecosistema más productivo de la Tierra. La producción de biomasa anual es muy elevada y la industria de producción forestal que se obtiene de estos bosques es equivalente a la que producen los bosques templados. Sin embargo, la biomasa se encuentra principalmente como materia viva y no como sustrato, ya que los suelos son delgados y la materia orgánica recircula rápidamente. Por esta condición, al tomar áreas de bosque para cultivo permite obtener unas cuantas cosechas y pronto el suelo se empobrece

El (BTP)

El bosque tropical perennifolio (BTP) se distribuye en la región de los trópicos de cáncer y capricornio del planeta, y cubre aproximadamente el 7% de la superficie terrestre. Más de la mitad de este hábitat se localiza en el continente americano y el resto en África, Asia y Oceanía. El BTP contiene más de la mitad de la biodiversidad terrestre y se encuentra seriamente amenazado a causa de la altísima tasa de deforestación y fragmentación ocasionada por la agricultura y la ganadería. Sólo en nuestro continente durante los años 80, se deforestaron alrededor de 74 millones de hectáreas, lo que representa una tasa de deforestación del 0.75% anual. Como consecuencia de las actividades devastadoras se ha producido una destrucción del hábitat que ha traído un cambio en los patrones del uso de suelo que fragmenta y aísla el BTP, rodeándolo de potreros, terrenos de cultivo y de acahuales que después de ser deforestados y abandonados se van regenerando y se vuelven un claro ejemplo de la sucesión vegetal.